viernes, 15 de febrero de 2013

Los tiempos cambian, y también donde compramos los cómics.

Los cómics son cada vez considerados más como un artículo cultural, y ello ha llevado a que cada vez podamos encontrarlos en más puntos de ventas. Desde los quioscos donde había que comprarlos antaño, a las librerías especializadas y cada vez más, en las grandes superficies. Todo esto conlleva una serie de ventajas e inconvenientes para los diferentes agentes que actúan en el mercado del cómic en nuestro país, y eso es lo que analizaremos en este artículo.

 

Históricamente el cómic en nuestro país, y en gran parte del mundo, ha sido considerado como una afición infantil. Pero eso está cambiando, en gran medida por el concepto de novela gráfica. Este cambio no ha sido pasado por alto por las grandes superficies y cada vez más podemos encontrar zonas específicas dedicadas al cómic en lugares como la Fnac o El Corte Ingles. Es verdad que este no es el primer cambio que se produce en el mercado del cómic, ya que antiguamente no existían librerías especializadas, sino que había que conseguir los cómics en quioscos. Este no es el único cambio, ya que cada vez es más habitual hacer las compras por internet, y los cómics los puedes pedir normalmente en la página de la propia editorial. Pero los tiempos cambian y toca adaptarse.


Algunas editoriales, como Panini, diferencian sus novedades entre las que se distribuyen en quioscos y tiendas especializadas (grapas y coleccionables) y las que se distribuyen en librerías, tanto especializadas como no especializadas y grandes superficies (publicaciones en tomo). Otras editoriales no hacen esa distinción, como es el caso de ECC y podemos encontrar sus novedades en grapa en grandes superficies como la Fnac.
 La venta de cómics en grandes superficies trae consigo ventajas e inconvenientes. Por un lado, que en un centro comercial podamos encontrar cómics hace que muchos potenciales lectores que nunca entrarían en una librería especializada, ya sea por prejuicios o por puro desconocimiento, tengan acceso a este mundillo. Y cuántos más consumidores, mejor para el mercado. Y esto repercute en beneficio del lector de toda la vida, ya que cuánto mejor le vaya a las editoriales, más se publicará y más estabilidad habrá en las publicaciones. También hay que entender que, el que un cómic lo podamos encontrar en el mismo establecimiento que una novela del más prestigioso autor del momento es, sin duda, un síntoma de que cada vez se toma más en serio a este medio. Por otro lado, normalmente en estas grandes superficies no suele haber personal cualificado que asesore al comprador como lo sería en una librería especializada. También es verdad que el público general no suele tratar a los cómics con tanto respeto como el lector acérrimo y algunos tomos pueden estar en bastante mal estado.



Las librerías especializadas, o tiendas de cómics, como se las suele llamar pueden sentir que las grandes superficies le están quitando parte de su mercado, pero muchos lectores que descubren los cómics en las grandes superficies posiblemente decidan seguir comprándolos en una tienda especializada.

Otra de las “amenazas” a las que se enfrentan las librerías especializadas es internet. Mucha gente hace sus compras directamente en la red, sin tener que salir de casa. Muchas librerías tienen también tienda on line, pero en muchos casos, el ‘stock’ que figura en sus páginas no es real y tienen que pedir a la distribuidora, lo que hace que el pedido tarde más de lo que nos gustaría. Por lo que muchos aficionados hacen sus pedidos directamente a las webs de las propias editoriales, dejando a las librerías fuera.

¿Quiere todo esto decir que las librerías especializadas están destinadas a desaparecer?

Por supuesto que no, simplemente el mercado va evolucionando y hay que adaptarse, posiblemente en el proceso algunas caigan, más en estos tiempos de crisis que vivimos.

¿Entonces, cuál es el futuro de las librerías especializadas?

La mejor forma que tiene una librería para salir adelante es diferenciarse y ofrecer una experiencia única que no puedan ofrecer ni las grandes superficies ni las otras librerías. Lo que finalmente repercute en beneficio del consumidor. Para hacernos una idea de a lo que nos referimos pondremos dos ejemplos de dos librerías muy diferentes de Madrid. Una es Akira Comics, en la Av de Betanzos 74, y la otra Omega Center, calle Luna 24.

Akira Comics fue la ganadora del premio Eisner a mejor librería especializada en 2012. En esta librería de dos plantas podemos comprar los cómics que queramos, pero lo que la hace grande es lo que la rodea, como son las actividades que realizan, como sesiones de firmas y presentaciones. Incluso tienen cafetería, cosa que valoraron muy positivamente los americanos a la hora de otorgarles el premio Eisner. Así tendríamos un ejemplo de diferenciación por profundidad, ya que en un mismo entorno podemos adentrarnos en el mundo del cómic no solo mediante la lectura.

Omega Center, antes conocido como Otaku Center, es como un pequeño centro comercial dedicado a la dispersión cultural. En ella encontramos una cantidad de Merchandisig impresionante, sobre todo de manga. También encontramos juegos de mesa y casi cualquier cosa que se nos ocurra que pudiéramos encontrar en una tienda como esta. Pero lo más interesante, y que la diferencia de casi todas las demás es que puedes vender y comprar videojuegos de cualquier consola, ya sea moderna o retro. Omega Center es un claro ejemplo de diferenciación por variedad, ya que en esta tienda podemos encontrar prácticamente cualquier cosa para satisfacer nuestras mentes culturalmente dispersas.



Realmente nadie puede saber como será el futuro, pero todo lo que contribuya a la venta de cómics y su conocimiento por parte del gran público no puede ser malo para este mercado.

Este artículo fue publicado originalmente en La Huella Digital.


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