¡Muy Buenas! Voy a hablaros de El Soldado Desconocido de Garth
Ennis, una de las grandes obras contemporáneas del comic bélico. El soldado
desconocido tiene su origen en los años 60 después del éxito que tuvo Robert Kanigher con Enemy Ace para la
colección Our Army At War de DC, interesante colección si os gusta el género
que además incluye en sus líneas las aventuras del Sgto. Rock, obra que marco
las bases del genero los posteriores 25 años.
La tendencia editorial en esta época era mostrar a un
protagonista mundano, golpeado por las miserias de la guerra, alejándose de los
tópicos triunfalistas de épocas anteriores y del personaje todopoderoso como podía
ser Nick fury de Marvel, de hecho en ocasiones el personaje simplemente era un
mero narrador de la guerra misma, siempre bailando en arcos argumentales
escuetos y auto-conclusivos participes más de una idea que de un personaje.
Jugando con esas ideas nació El Soldado desconocido, envuelto siempre en vendas, con el rostro siempre cubierto, se presentaban historias en las que el soldado desconocido podía ser cualquiera, incluso un personaje secundario, envuelto en tramas cada vez mas fantásticas (a veces saliendo incluso de la narración bélica) propias de películas de espías más que de la guerra crudamente dicha, nunca sabias quien podía ser hasta el final, además tenían un arquetipo bastante libre, pasando de la crudeza de la guerra a misiones, en las que por ejemplo, llega a ayudar a suicidarse a Hitler. Siempre movido por la venganza y el odio, con un carácter bastante oscuro, la serie ve su fin en los 80.
Jugando con esas ideas nació El Soldado desconocido, envuelto siempre en vendas, con el rostro siempre cubierto, se presentaban historias en las que el soldado desconocido podía ser cualquiera, incluso un personaje secundario, envuelto en tramas cada vez mas fantásticas (a veces saliendo incluso de la narración bélica) propias de películas de espías más que de la guerra crudamente dicha, nunca sabias quien podía ser hasta el final, además tenían un arquetipo bastante libre, pasando de la crudeza de la guerra a misiones, en las que por ejemplo, llega a ayudar a suicidarse a Hitler. Siempre movido por la venganza y el odio, con un carácter bastante oscuro, la serie ve su fin en los 80.
Ennis lleva a El Soldado desconocido a su último nivel, rescatando
la filosofía de la obra y dándole un enfoque nuevo, El soldado desconocido puede ser cualquiera, y
ya, ni el mismo soldado desconocido puede serlo. La serie recoge ortodoxamente las formas patrióticas del
género, engordándolas de tal forma que llegan a darte asco al alcanzar su máxima
expresión, sin necesitar el uso de otros elementos críticos ajenos, simplemente
alargando la línea.
Además hace un contrapunto a los personajes de orígenes problemáticos, jugando con un protagonista ajeno a la violencia, la rudeza y los vicios, carente de carisma aparente. Esto no es la primera vez que lo hace, y en mi opinión es una buena forma de reivindicar ciertos tipos de personajes y maneras, en una época en las que ciertas tendencias se mueven hacia un personaje típico siempre poseído por venganzas y males anteriores, que llega a redundar tanto que nos hace preguntarnos hasta qué punto el publico objetivo de una serie, es realmente objetivo.
Además hace un contrapunto a los personajes de orígenes problemáticos, jugando con un protagonista ajeno a la violencia, la rudeza y los vicios, carente de carisma aparente. Esto no es la primera vez que lo hace, y en mi opinión es una buena forma de reivindicar ciertos tipos de personajes y maneras, en una época en las que ciertas tendencias se mueven hacia un personaje típico siempre poseído por venganzas y males anteriores, que llega a redundar tanto que nos hace preguntarnos hasta qué punto el publico objetivo de una serie, es realmente objetivo.
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